Lácteos, cereales y fruta son los tres grupos de alimentos que, según los expertos, componen un desayuno completo y equilibrado, ya que resultan básicos para dotar de energía y de los principales nutrientes al organismo en la primera ingesta del día. Sin embargo, según se desprende del estudio sociológico ‘Hábitos de vida relacionados con la obesidad infantil’, el 40 por ciento de los padres no conoce los alimentos que deben estar presentes en el desayuno de sus hijos.
Este desconocimiento repercute en la alimentación de los más pequeños, ya que según pone de manifiesto este trabajo, sólo un 7 por ciento de los niños realizan un desayuno completo compuesto por estos grupos de alimentos. Más de la mitad de los niños deciden personalmente los alimentos que desayunan.
Además, los autores de esta investigación destacan entre sus conclusiones que muchos de los patrones llevados a cabo por los adultos repercuten en los hábitos de vida de los más pequeños. Tan solo el 9 por ciento de los padres incluye lácteos, cereales y fruta en su desayuno, un porcentaje similar al obtenido en sus hijos.
Este estudio sociológico, promovido por Kellogg y realizado durante la primera quincena de septiembre por la multinacional de investigación de mercados Psyma-Ibérica, analiza aspectos clave como los hábitos alimenticios y la frecuencia en las actividades físicas y sedentarias de los más pequeños. También retrata los hábitos de alimentación de padres y madres y su grado de conocimiento sobre los aspectos que componen una vida saludable.
Los expertos advierten que, a medida que aumenta la edad, al no haber adquirido unos buenos hábitos en edades más tempranas, se eleva el riesgo de elecciones menos saludables. Según se pone de manifiesto en este estudio, el gran damnificado del desayuno es la fruta, que sólo es consumida por un 9 por ciento de los menores.
Por otro lado, este trabajo también revela deficiencias en dos factores claves en el momento del desayuno: el tiempo y la compañía. El 40 por ciento de los niños no dedica el tiempo suficiente a desayunar, recomendado entre 10 y 15 minutos, y a medida que crecen este tiempo se reduce. Además, uno de cada diez niños desayuna sin supervisión paterna.
A pesar de estos datos, la mayoría de los padres valoran la importancia del desayuno, ya que 9 de cada 10 progenitores conocen la relación probada entre un desayuno completo y equilibrado y un mejor rendimiento escolar, tanto físico como intelectual.
Diferentes estudios demuestran que los malos hábitos en el desayuno condicionan el cumplimiento de las recomendaciones dietéticas ya que, si desde primera hora se rompe la pauta establecida, es más difícil recuperarla a lo largo del día. De hecho, más de un 43 por ciento de los menores no realiza las cinco comidas diarias recomendadas por los expertos (desayuno, almuerzo, media mañana, comida, merienda y cena).
Fuente:
Padresycolegios.com